Queridísimos, como ven tenemos el “Decreto de la Penitencieria Apostólica” que nos ha convocado éste “Año Jubilar”. Como nuestro Instituto y Familia Espiritual está dispersa por el mundo y en muchos lugares hay sólo una Sierva o miembro de la Familia, el Monseñor no ha querido especificar un único lugar donde poder lucrar las Indulgencias, sino que lo ha dejado abierto, en modo que, cada Sierva o grupo o miembro de la Familia Espiritual puede organizar una Santa Misa al final de la cual, con las condiciones habituales: rezar el Credo, Padre Nuestro, Ave María, el Gloria según las intensiones del Sumo Pontífice, con la Confesión (hasta 8 días antes o después). También nuestras hermanas y hermanos enfermos pueden desde su lecho (Para los enfermos los tiempos para la Comunión Sacramental y la Confesión, están determinados por la disponibilidad del Sacerdote de su Parroquia u hospital).
Dado que éste es un evento Eclesial, las Siervas que en su lugar deseen organizar una Misa donde se puedan lucrar las Indulgencias lo debe comunicar a su Presidente Nacional, ya que para que sea válido debe ser aprobado por la autoridad competente. Serán las Presidentes Nacionales a enviarlo a la Presidente General para su aprobación y difusión. Por éste motivo les pido solamente la atención en comunicarlo con una cierta anticipación, de modo que la autorización les llegue en tiempos útiles.
Maria Adela Pessano
Presidente Generale